Dosmil7

Por que este año fue muy caótico, estos años han sido muy caóticos, no puedo creer nada de lo que me ha sucedido. Conocí a mucha gente, perdí a otras cuantas. De repente me perdí a mi misma y luego de un tiempo volví a encontrarme. Me desvié del camino muchas veces, y logre encontrarlo por cortos periodos de tiempo, para luego encontrarme perdida nuevamente. Dándome cuenta de que no era la única, preferí quedarme en el camino equivocado, la verdad es que no es tan mal, pero para el próximo año he decidido salirme y buscar el bueno, claro que nadie está diciendo que lo vaya a encontrar ya que todo es tan relativo. Ya he mencionado que no puedo quedarme en los lugares sin luz (o equivocados, que es lo mismo) por mucho tiempo, podré quedar ciega y así nunca mas podría encontrar lo bueno.
Pueden creer que encontré a mi media fruta acida, pero la perdí al instante. Importó las primeras semanas de vida, pero luego, no, ¡já! Quedó totalmente en el pasado, ya que pasado pisado. Ahora encontré a mi otra media fruta acida, pero no, esta es secreto Sh-sh! Nos amamos, sólo que él no lo sabe, aún. Me encantaría gritárselo sutilmente en su cara, que nos amamos y que deberíamos estar juntos, pero mejor esperar a que él me lo diga, es obvio que se dará cuenta algún día, no creo que sea tan tonto… ¿o sí?
Pero como no estamos acá por mis cosas íntimamente amorosas, mejor cambio de tema y prosigo por lo que estamos aquí reunidos: Balance del Año Dosmil7.
Este año fue tormentoso y de recaídas, como también fue de alegrías y sorpresas muy hermosas; fue de primeras veces pero no fue de últimas; fue de mentiras blancas y buenas como fue de mentiras negras y malas; fue de todo y a la vez de nada; fue de ilusiones y realidades, fantasías y sueños; fue de amores y desamores; de reconciliaciones y peleas varias. Si, de peleas: con mi familia, mayoritariamente con mi hermana mayor; mis amigas, infaltables esas peleas semanales; mi madre, mi padre.
Es tiempo de dejar todo eso atrás, empezar un nuevo año. Aunque sepa que nada cambiara en lo más mínimo, aún me tengo esperanzas. ¡Haré que todo cambie! Caminare en el sentido correcto y pasaré esa muralla (y veré a las abejas bailar), aprenderé nuevas (buenas) cosas, diré que no a muchas otras (malas) cosas y cambiaré mi forma de (ver la) vida, que aunque no sea tan malo, tampoco es de lo mejor. Espero que para el final del próximo año ya me vean como una persona distinta. Una mejor persona .He dicho, señores. Espero cumplirlo todo o la mayoría o por lo menos sentirme bien conmigo misma.

Celofán, Señor Celofán

Si alguien se pusiera de pie en medio de una multitud y alza su voz e hiciera señas con su brazo y sacudiera su pierna, tú lo habrías notado. Si alguien en una sala de cine, muestra y grita que: "¡dispararon en la segunda fila, todo este lugar es un barril de pólvora!", tú lo habrías notado. E incluso sin el cacareo de una gallina, todo el mundo lo habría notado, ahora y luego, a menos, claro, que el personaje sea invisible, sin importancia, como yo. Celofán, el Señor Celofán, ese debería ser mi nombre, Señor Celofán, ya que puede puede ver a través de mí, caminar sobre mí y nunca sabrá que estoy allí. Te lo digo, Señor Celofán, ese debería ser mi nombre, Señor Celofán, ya que puede puede ver a través de mí, caminar sobre mí y nunca sabrá que estoy allí. Supone que tienes un gato que reside en tu departamento, que se alimenta de tus peces y rasga los sillones, tu lo notarías. Supone que tu eres una mujer que duerme en la misma cama durante siete años al lado de un hombre, tu lo notarías.
El ser humano es más que aire, y tu estás obligado a verlo ahí. A menos que el ser humano que este al lado tuyo sea muy poco, casi indescriptible, tu sabes muy bien quién es...Celofán, el Señor Celofán, ese debería ser mi nombre, Señor Celofán, ya que puede puede ver a través de mí, caminar sobre mí y nunca sabrá que estoy allí. Te lo digo, Señor Celofán, ese debería ser mi nombre, Señor Celofán, ya que puede puede ver a través de mí, caminar sobre mí y nunca sabrá que estoy allí.

Haga merito

No, no y no, ni si quiera ha intentado llegar a mi materialmente y ya quiere que yo le cuente mi vida. Claro que no lo aceptaré. Primero, debe llegar a mi con cosas materiales, unos cuantos regalitos no hacen nada de mal, después de aquello yo recién empezaré a pensar si es que quiero contarle mi vida, es algo obvio. No puedo llegar y contarle a un desconocido mi vida, ni si quiera se la cuento a mis amigos y se la voy a andar contando a él. Mejor, haga merito. Luego conversamos.

Señor, váyase

Se fue, abrí la puerta e hice que se fuera. Debo aceptar que lo vi caminar unas cuantas cuadras, pero luego di media vuelta y seguí mi camino. Estoy segura que si me descuido, aparecerá su recuerdo por el pasillo y es obvio que no lo quiero de nuevo. Prefiero tenerlo en frente que sólo tener un recuerdo, pero no será así, lo sé. Por eso mismo, para mí, no existe.