Me sentía bien. Era todo tan hermoso y la vida era estupenda. A pesar de la lluvia que caía sobre mi cabeza y los charcos que mojaban mis pies, yo no sentía frío. Mis manos estaban calientes y mis pies lo mismo (y eso es tan agradable en invierno).
A través de mis ojos veía una imagen hermosa, de esas que solo se ven en fotografías de famosos fotógrafos o en extrañas películas de cine arte; estaba la vereda alfombrada de hojas secas y sobre mi cabeza se encontraban los típicos tristes árboles de invierno.
Me sentía plena, me sentía completamente feliz; sentía haber muerto.
1 comentario:
Pues de acuerdo me encanta la lluvia, mucha gente se deprime con ella pero, creo que todo es mejor cuando llueve. Saca a relucir la verdadera cara de la gente, limpia el egoismo, se lleva con ella la mala voluntad, que hermoso es ver llover y sentir que vives como en un sueño.
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